El cielo se rasgó,
cayó sobre mí una lluvia helada
que anegó mi alma.
Entumecida me dejé llevar
a un mundo frío y hostil,
donde el amor no tiene cabida,
donde sólo el dolor anida.
¿Qué fue del amor?
arrinconado, abandonado
en el fondo del corazón,
languidece en estertores de muerte,
boqueando en busca de aire,
buscando arder.
¿Dónde fueron las palabras?
se diluyeron en el aire,
doloridas, agónicas,
encerradas en celdas sin salida.
Palabras sin voz,
que quieren decir tanto,
ahogadas en llanto.
Silencios contenidos, rotos,
gritando por dentro,
clamor en busca de ese amor
que yace herido de muerte
por no verte.
(Estrella)