Yo creía que te engañaba
cuando la sonrisa ocultaba mi dolor,
tú creías que me engañabas
cuando callabas ocultando tu dolor,
pero ni yo te engañaba ni tú me engañabas,
al corazón no le valen engaños…
fingíamos ambos
sabiendo que fingíamos.
Pensé que quizá así el dolor se diluyera,
pero iba creciendo más y más,
hasta que un día te dije todo lo que me dolía
y tú me contestaste,
“ahora ya sabemos lo que nos duele a los dos”
Entonces…
el dolor de la ausencia no desapareció,
pero al compartirlo,
se hizo mucho más llevadero.
(Estrella)
Muy hermoso. Y verdadero. Gracias por recodarnoslo.
Gracias a ti, Carlos. Es muy frecuente que sepultemos el dolor bajo el silencio.
Ciertamente has sabido expresarlo en su esencia…
Saludos
Mark, quizá porque a todos nos pasa en algunos momentos.
Un beso.
Y como descansa esa pena el organo que tenía comprimido. Tu si que sabez brujita.
Carlos, el dolor emocional se convierte casi en físico algunas veces, ¿quién no ha sentido una opresión en el corazón que no le deja respirar?
Nos equivocamos al elegir, o alguien eligió pero no por amor, o el amor se quebró al estrellarse con la realidad de uno de ellos, o el amor sólo era un baño que daba brillo a la ilusión, o sabe Dios qué los despertó del soñado paraíso; lo cierto es que un mal día nos damos cuenta que ya no somos tan generosos con sus defectos, y/o, sentimos que los nuestros ahora se han hecho visibles. Generalmente la vida se vuelve un infierno, no se soportan y hay que hacerlo notar, primero sutilmente y si no reaccionan, con gestos o palabras que increíblemente afloran como si de siempre estuviesen destinadas para nuestro ex-amor, sin embargo, los personajes que das vida y sentimientos -tan creíble y naturalmente- parecen tener aún, consideración, o quizás algo superior a su dolor motiva su reserva, y esto para mí es lo rescatable del silencio de ambos, aún hay sentimientos solidarios entre ellos y quién sabe… la consideración, la solidaridad, la comprensión, la compasión o tal vez el perdón, sentimientos que prodigamos generosamente cuando tenemos la suerte de encontrar un amor, o un amigo, hagan el milagro de guiarlos en paz hacia el final de sus vidas, porque… qué es el amor a fin de cuentas sino una mutua generosidad.
Un beso Estrella… y felicitaciones como siempre.
Cuando esperas más y no llega, el dolor se va acumulando en el interior y es muy difícil exteriorizarlo, por lo menos a mí me cuesta.
Pero en este caso el dolor no es por falta de amor, aunque seguramente son amores distintos el uno del otro. El dolor es la separación física, es no poder materializar un sentimiento en el día a día, es la soledad a pesar de todo.
El dolor es sentarse cada mañana ante la taza de café y enfrente no tener a quien quieres, el dolor es pasear sin una mano a quien asirse, el dolor es tener que callar esas palabras que quisieras decir y no tienes a quién. El dolor es estar solo deseando estar con alguien que no está a tu alcance…
Gracias a ti, Pensador, penetras en mis sentimientos una vez más.
Un beso.
Me encantó. Son cosas que pasan más a menudo de lo que creemos.
Así es, muchas veces callamos por no herir a los demás…
Disculpa mi tardanza en contestar tu comentario que agradezco, pero no lo había visto.